Pedagogía en
clave América Latina
El 1ro de mayo de 2013 por Claudia Rodríguez-
Publicación CTA de los trabajadores. Entrevistas
Carla Wainsztok, es licenciada en
Sociología en la Universidad de Buenos Aires, pero elige definirse docente.
Dicta clases en tres materias en la Facultad de Ciencias Sociales: Teoría
Social Latinoamericana, Filosofía y Pedagogía.
-extracto:
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No quiero generalizar, pero durante
mucho tiempo hubo una idea de que pasen la primaria y la secundaria, total
llegan a la universidad. El lugar del saber, entre comillas, es la universidad.
Creo que esto se está revirtiendo, pero en esos años habrá sido más aún. No lo
digo por los compañeros reformistas, que han puesto el cuerpo. Pero me parece
que no hay una manera de poder resolverlo políticamente, aunque al interior de
la Reforma había voces lúcidas y no fueron escuchadas. El caso de Saúl Taborda,
me interesa particularmente. Él hace esta denuncia, e incluso en el año ’19 o
’20, lleva esa experiencia a una escuela secundaria. Su obsesión es que la
Reforma llegue a todos los niveles educativos.
Busca sacar a la escuela secundaria
como lugar de paso...
La escuela secundaria estuvo pensada
como lugar de paso. Parte de la crisis de la escuela secundaria argentina es,
¿quiénes llegaban a la secundaria? Los que iban a la universidad. Eso es la
cabeza de la generación del ’80. Cuando piensan la secundaria, lo ven como un
lugar tránsito hacia la universidad. Es más, como es un ámbito donde no tiene
que ingresar el trabajo, sobre todo lo manual. Recién con la llegada del
peronismo comienza a relacionarse la educación con el trabajo. La cuestión de
trabajo manual va ser muy valorada después de los años ’30 o ’40 en nuestro
país.
- Podría extenderse un poco más en esta idea de formar, pedagógicamente, para la alegría?
El odio y la alegría
Lo que está pasando hoy en América
latina tiene una particularidad, vuelven a aparecer el odio y la alegría. El
odio y la alegría nunca fueron pensados por las Ciencias Sociales, porque como
son categorías científicas. Digo, en broma, seria difícil de mensurar más
alegría menos alegría... No son temas de los científicos sociales. El ensayo
latinoamericano recupera aquello que no puede ser mesurado. Creo que con esas
cosas, la sociología se pierde mucho la densidad de la vida. En realidad, la
vida no es mensurable, cuantitativamente, ni tal vez cualitativamente; aunque
me parece que hay algo de esta idea, en venimos a recuperar nuestros derechos.
Tomo esa idea de Jauretche, que dice:
los que sienten que pierden privilegios odian. Los que venimos a recuperar
derechos, venimos a construir con alegría. Esta idea me parece interesante para
el campo de la pedagogía porque nosotros en algún punto, venimos a luchar
contra el destino prefijado. Este pibe no puede, a este no le da, es un
lento...todas las imágenes harto conocidas. Me gusta relacionarlo con el
proceso de alfabetización en Cuba: “Yo si puedo”. Si puedo, siempre es una
alegría, recuperar tus palabras para nombrarte. Si no puedes nombrarte, no
sabes cómo se llama el continente. Freire, habla de la cultura del silencio que
se impone desde la conquista. Esto de poder recuperar las palabras, los
nombres, los patriotas tiene que ver con recuperar derechos.
Me gusta decir que lo nos pasó fue una
doble colonización. Una expoliación económica y una colonización cultural, nos
robaron las cuentas y los cuentos.
- ¿Por qué dentro de sociología eligió pedagogía?
Luego de pasar un tiempo dando clases
de Teoría Latinoamericana, empecé a darme cuenta, entre comillas, que había
pedagogías latinoamericanas. Lo tenía como intuición y ahora comienzo a darle
más forma, sistematizándolas. El momento de construir categorías de esta
pedagogía. El primer concepto que trabajo es igualdad y diferencia. A su vez
las pedagogías latinoamericanas tienen un vínculo con el trabajo que las
pedagogías hegemónicas no tienen, un vínculo con la idea de patria y humanidad.
El mundo de la docencia es fascinante.
No sabes qué es lo que va hacer el otro con lo que vos le estas dando. No hay
obra terminada. Digo neo liberales, liberales, exitistas, abstenerse a la docencia
porque en la docencia nunca ves el producto terminado. Por suerte. Ahora si
para vos la docencia es una apuesta, una promesa. Están en el campo indicado,
no hay mayor promesa que ver un pibe que aprende a leer y escribir, que pueda
transformarse en un sujeto feliz, autónomo, con soberanía cognitiva.
Me parece que esa tarea tiene algo de
generosidad, pero no de la generosidad del docente sino del otro que quiere
aprender. De la disposición del deseo, del vinculo. Podría decir algunas
definiciones de pedagogía. Pero a mí la definición que más me gusta, es una
definición que habla del vinculo pedagógico en un diálogo amoroso entre docente
y estudiante. Obviamente no es la más académica, ni la más científica pero lo
pedagógico es el vinculo. Fíjate que fuerte es el vinculo que un aula sin
estudiantes y ni docentes es una cascara vacía. Es decir el aula tiene razón de
ser en tanto haya estudiantes y docentes que intercambien saberes que se
conviden saberes. A mi me gusta la idea de compartir y convidar. La pedagogía
tiene que ver con las transmisiones, pero no es con una concepción bancaria, lo
que cuestionaría Freire sino al convite. Convido con Simón Rodríguez y vos me
convidas con otras ideas, otros conceptos, diferentes manifestaciones de lo que
te gusta. Otra cosa de la idea de convite es que supone iguales y algo más. No
sabía que en algunos países del continente, el convite es el llamado a
participar de las fiestas.
- ¿Cómo avizora el futuro para Pedagogías Latinoamericanas?
El otro día le decía a una compañera
no quiero tener setenta u ochenta años y ver recién que las Pedagogías
Latinoamericanas se enseñan en los profesorados, espero verlo antes. A la
cátedra de Pedagogía Latinoamericanas, pueden venir equis cantidad de
compañeros y compañeras. El límite está en que lo estamos haciendo en la ciudad
de Buenos Aires. Ahora si en toda la Argentina están dictando Pedagogía
Latinoamericana, estas formando un montón de compañeros y compañeras. Uno
piensa, si los maestros de Jujuy que saben un montón de cosas más que nosotros
y comienzan a recuperar las prácticas pedagógicas que no conocen lo interesante
que sería.
Es necesario no confundir el discurso
de las políticas educativas con la pedagogía, porque el discurso de la justicia
cognitiva es el discurso de la política educativa. El tema es cómo las
pedagogías ingresen en la formación docente que a su vez tiene que empezar a
ser leído como una política publica.
La pregunta descolgada
- La última. ¿Sociólogos para que? Según Carla Wainsztok.
La amplío. Pensamientos
latinoamericanos ¿para qué? Vamos a tomar una frase del compañero Carlitos
Marx. El decía, los filósofos se han dedicado ha contemplar el mundo. Lo que se
trata es de transformarlo. Hay algo del orden de la transformación que tiene
que ver con el orden de la interpretación. No solo transformar el mundo sino
comprenderlo, interpretarlo y creo que para poder hacerlo hay que conocerlo.
Voy a decir algo que, al lado de transformar el mundo, parece pequeño pero para
mí no. Para darnos palabras, darnos nombres y creo que parte del saber curioso
es darnos nombres, reconocernos, conocernos, comprendernos. La idea sería que
cuánto más conoces, ese conocimiento no sea un conocimiento teórico sino que
tenga mucho más que ver con cuidar a los compañeros, ser generoso.
Un gran psicoanalista argentino que se
llamaba Fernando Ulloa, hablaba del “Saber Cruel” y del “Saber Curioso” y
pensadores latinoamericanos, ¿para qué? Para desarrollar más saber curioso. La
militancia sino implica la ternura no tiene sentido y el conocimiento sino
implica la ternura, tampoco. Entonces, para qué conocer, para ser más tiernos
sin dejar de batallar. La idea es pensar que en el otro radica toda la
humanidad posible. La mala educación es no poder alegrarse por lo que le pasa
al otro y no poder condolerse por las tristezas del otro, decía un pedagogo
peruano. Me parece que es la mejor definición de mala educación. Por lo tanto,
la idea de humanidad o de humanización, sin dicotomías, tiene que ser vital en
el discurso del pensamiento latinoamericano. En eso, Martí es una gran
enseñanza. Tenía un pensamiento relacionado. Somos alpargatas y libros
importados.
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